Fase 1
Incorporar al personal y a los animadores parroquiales claves
Los fieles están llamados a participar en un “centro de constante envío misionero”. Cuando los agentes parroquiales reconocen que la evangelización es lo que cuenta —y se concentran en ello— crean una cultura parroquial dinámica para encontrarse con Jesús, transformase y formar discípulos.
Fase 2
Incorporar y capacitar a más fieles
Sean mis testigos invita a todos los fieles a ser agentes activos en la Nueva Evangelización utilizando las pequeñas comunidades en la parroquia –una exitosa manera de encontrar a Jesucristo, despertar la fe y motivar la dinámica misionera.
En la segunda fase, los miembros de las comunidades desarrollan las ideas principales de La alegría del Evangelio y cultivan la actitud y el comportamiento de los discípulos misioneros.
Resultados
Pasar a la misión
La Iglesia nos llama para transformar nuestras parroquias en “centros de constante envío misionero”, enviando a discípulos para llevar el Evangelio a los márgenes de la sociedad por medio del testimonio y de actos de caridad, justicia y misericordia.
Por medio de la experiencia de Sean mis testigos, el personal, los agentes y los fieles serán más abiertos a usar sus dones personales para construir una cultura orientada a la misión en la parroquia y más allá, un ambiente en el que el espíritu evangelizador es la energía que impulsa cada actividad parroquial. Este tipo de parroquia es reconocida como un faro de esperanza para todos lo que están a su alcance que tienen necesidades espirituales o materiales.